Tumbado en la cama del hospital mira a través de la ventana.
El día es gris y la lluvia golpea los cristales, igual que aquel día hace siete
años atrás, cuando hastiado de todo lo que le rodeaba decidió investigar en los
mundos virtuales. Sonríe para sí mismo, al recordarlo…
Al principio, recorriendo ese extraño mundo de pixeles, no
le dio valor a las pequeñas cosas de las que era capaz de hacer. No solo podía
andar y moverse, sino también volar e interactuar libremente con objetos y
personas de todo tipo y condición. Pero todo ello, al igual que en su
imaginación, no era real, sino una simple simulación por muy bien trabajada que
estuviera. Fue a los pocos meses, cuando realmente empezó a establecer una
relación con ciertas personas, que se dio cuenta de la libertad de la que
disfrutaba. Podía ir a tomar un café con alguien, bailar en una discoteca e
incluso algún lento con una hermosa chica. La facilidad de activar la voz y
poder hablar sin necesidad de escribir, hacía que todo fuese mucho más real. Por
fin era una persona normal y la vida le sonreía. Los días dejaron de ser grises
y lluviosos.
Con el tiempo fue conociendo a un pequeño grupo de personas
de distintas nacionalidades, con la que la intimidad llego a niveles
insospechados para él. Podía llorar, reír, oír y disfrutar de la compañía,
llevando las relaciones más allá de ese maravilloso mundo virtual. Aunque nunca
fue muy dado a usar otros medios de comunicación, para él su segunda vida en
ese mundo de pixeles era perfecta tal y como funcionaba. Él nunca les mintió,
nunca fue su intención, siempre se mostró tal y como era, pero en esos siete
años, tampoco nunca les conto su pequeño secreto. Pensaba que no necesitaban
saberlo, que si lo descubrían le tratarían de forma diferente, aunque él no pudiese
ver sus ojos sabría que lo mirarían con lastima y en sus voces podría oír la
pena y la condescendencia que oía en el resto de personas que le rodeaban todos
los días. No, eso no era necesario, la vida que le ofrecía Second Life era
perfecta tal y como estaba, no deseaba que cambiase por nada del mundo.
Cierto es que no siempre había sido fácil, con los años las
ganas de verse y estar juntos habían aumentado. Eran un pequeño grupo de 8
personas que habían congeniado, mismas aficiones mismos gustos, mismos sentido
del humor. No entendían porque él nunca mostraba una foto suya real, tampoco
porque no ponía cámara en las conferencias de Skype, y cada vez se hacía más
difícil buscar una excusa creíble para las quedadas que se hacían en la
realidad. Hasta ahora, siempre había esquivado el bache con éxito.
Pero hace apenas medio año la situación cambió radicalmente.
De repente su pequeño secreto decidió por sí mismo que iba siendo hora de que
le prestase atención, y los viajes, las pruebas, sus padres, sus hermanos, todo
lo que le rodeaba, y sobre todo el horrible dolor, le impedía pasar el tiempo
que deseaba con sus amigos y en su tan amada vida normal. Esa falta de
dedicación a ese mundo virtual, hizo que las reclamaciones llegaran, ya no
había excusas válidas para eludir las video conferencias, no entendían porque
no mostraba fotos y porque se negaba tanto a verlos en persona. La frustración
llego a tales niveles, que incluso llegaron a acusarlo de falso amigo y
mentiroso. El dolor físico, ya no resultaba tan insoportable.
Decidió abandonar su mundo de fantasía, pensó que por un
breve espacio de su vida, había podio probar la vida tal y como los demás la
disfrutaban e incluso en secreto había llegado a enamorase. Por supuesto nunca
se lo había dicho a ella, no podía causarle ese dolor, y aunque sabía que era
correspondido, era mejor que ella fuese libre para vivir como deseaba. Se había
resignado a abandonarlo todo aceptado que su tiempo ya había pasado. Poco a
poco se fue apagando, y aquellos que le rodeaban pensaban que debido a las
circunstancias de su estado, eran incapaces de imaginar, que por una vez lo
tuvo todo, y que el dolor de perderlo era peor que lo en realidad sucedía.
Pero había algo con lo que él no contaba; detrás de todos
esos reproches y esas acusaciones tan horribles, lo que de verdad existía era
un sentimiento de amistad y amor puro. Aunque él había decidido abandonarlos a
su suerte, ellos no estaban tan dispuestos a hacer lo mismo. Las llamadas, los
mensajes, se sucedían por docenas todos los días, preguntado donde estaba, por
qué no aparecía.
Hace un mes, después de interminables pruebas, y torturas
varias, le comunicaron que obligatoriamente debía pasar por quirófano una vez
más. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había sufrido ese proceso
después del trágico accidente. Por supuesto no iban a devolverle su vida, pero
si salía bien aliviaría el dolor, si salía mal, entonces…
Hace una semana, sumergido en una gran desesperación,
decidió convocarlos a todos, pensó que si había un final, se merecían saberlo
todo. Entre ellos estaba la mujer a la que amaba, a la que nunca se había
atrevido a decir “te quiero”. Todos sentados en un hermoso bar que habían
encontrado en uno de los múltiples mundos de Second Life, esperando
ansiosamente una explicación, todos rodeándole y fijando sus miradas pixeladas
en ese avatar de aspecto corriente, que por fin se convirtió en un humanos
real, al desvelar la verdad
A la edad de tres años, sus padres habían tenido un
accidente de coche, donde él tuvo la desgracia de quedar tetrapléjico para el
resto de su vida. Desde entonces hasta hoy a sus 30, el único mundo que había
conocido era su pequeña habitación y el hospital donde paso la mayor parte de
su infancia. Pidió disculpas y no permitió que ninguno hablase. Comento lo de
su operación y el motivo de esta, y las posibles consecuencias. Después
simplemente se despidió, apagó ordenadores y teléfonos.
Dentro de unas horas vendrán para prepararlo y llevarlo a
quirófano, afuera esta gris y llueve. Su madre está sentada al lado suyo
mirando una revista. Por la forma en que pasa las hojas, sabe que está
nerviosa. El resto de la familia ha bajado a la cafetería un momento. De
repente suena la puerta, mira hacia está viendo como lentamente se abre y
aparece su hermana con una gran sonrisa dibujada en la cara y detrás de ella
una multitud de personas, creando un alboroto impropio de un hospital.
Reconoce todas y cada una de sus caras, no son pixeladas
como las que está acostumbrado a ver, pero son tan bellas o más que ese
conjunto de pixeles. Sus voces son iguales que las que lleva oyendo siete
largos años y sus gestos son tan parecido a sus "aos", que sería
imposible decir donde está la línea de lo virtual y donde la de lo real
Y entonces suena una voz por la de encima de todos, la voz
más angelical y preciosa que nunca haya oído…” De verdad pensaste que íbamos a
abandonarte, que no nos importabas, no vas pasar por esto sin nosotros, no vas
a pasar por esto sin mi”… se acercó a la cama y lo besó.
El sol había salido fuera.
Me encanta, no puedo describirlo de otra manera, para quien no ha vivido en el mundo de second life es difícil entender lo reales que pueden ser los sentimientos de amor y amistad que ahí dentro se forjan y lo que en muchos momentos buenos y no tan buenos de nuestras vidas es capaz de aportarnos esa realidad virtual y aunque el relato es breve considero que lo plasma perfectamente.
ResponderEliminarAyyyyyy es hermosoooo!! Es muy cierto que todos esconden un secreto, desde los más superficiales para no mostrar un lado oscuro y hacer el mal; hasta los más profundos y dolorosos para no perder lo que llena un gran vacío en la realidad. Simplemente hermoso y bellamente escrito. Me fascina y se agradece :)
ResponderEliminarxBRISEIDAx Resident
Excelente! Me encantó!!
ResponderEliminarY es un mensaje para los que presionan con el voice!: pueden estar arruinando el juego a algún mudito
Muy lindo! De una forma u otra muchos podemos reflejarnos en esta historia. Me encanto, excelente!!!! :)
ResponderEliminarMe ha encantado! Una preciosa Historia, totalmente Real!
ResponderEliminarMuy guapo;!! Eres una máquina!!! Muack
ResponderEliminarQue gran relato . Un beso
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarChapó!...No esperaba menos de la escritora.Gracias por este gran relato.Con un gran mensaje y lleno de sentimiento que a mi en lo personal me ha llegado al alma y me ha emocionado .Espero que sigas creando historias tan buenas como esta.Solo decir gracias por dejarnos ver tu lado de escritora.Un Beso.
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