viernes, 11 de octubre de 2013

CONCURSO DE RELATOS - RELATO Nº 4 - OBSESION



El cielo gris, ya le indicaba que algo raro estaba pasando, el ya lo había visto así alguna vez, pero siempre era porque el quería, pero esta vez, con el bañador puesto y la toalla al hombro, estaba decidido a ir a esa playa nudista que conoció el ultimo día. Aquella playa le gustaba, porque en las del mundo real, no suele haber tanta (que tanta, ninguna) chica con los cuerpos que se ven en esa playa.

 Lo más raro, es que no veía por ninguna parte la ventana que daba opción a cambiar el aspecto del cielo, buscaba una combinación que le encantó para estar de playa, pero no sabia porqué no encontraba el dichoso botón, sabia que estaba a la parte derecha y abajo del visor pero, que narices pasaba no veía tampoco el visor, ni la flecha del ratón…
  Sabia que a veces las pilas del ratón se agotaban, pero no era el caso, el caso es que… ¿donde esta el ratón?, ahora que caía en la cuenta, se percato de que delante suyo no había ratón, ni mesa ni ordenador, ¿Que pasaba? ¿Estaría soñando? ¿Se había dormido delante del PC?... no que va, eso no podía ser, pero algo pasaba seguro, voy a reiniciar el ordenador, pensó  y,  volvería a ver todas las cosas como el sabia que las debía ver.

  Otra cosa que le llamó la atención, fue que tampoco veía las flechas de dirección, ni el zoom, y sin embargo si que podía girar y enfocar a un sitio determinado, pero no terminaba de explicarse todo eso, pero bueno, es lo que había, el PC a veces fallaba y otras veces era el servidor de Second Life el que lo hacia, muchas veces había visto que no tenia los lindens en su cuenta, y sabia que reiniciando se arreglaba, pero desde que Linden Labs hizo la modificación ultima, esa de que la carga se hace desde el servidor y no desde la memoria cache del Ordenador, no le había pasado nada  de eso.

 ¿Entonces…que es lo que estaba sucediendo?, de pronto se puso a llover, y que raro, se mojaba, eso si que nunca le había pasado, le entraron ganas de orinar, otra cosa que nunca había sentido, y de repente, noto un calor entre las piernas… la orina había comenzado a salir… y entonces abrió los ojos, estaba en la cama, había sido todo un sueño, un maldito sueño, que seguro era por la obsesión de estar conectado a ese mundo virtual en el que podía hacer todo aquello en su vida real no podía hacer, ese mundo virtual en que no tiene que lavar las sabanas y secar el colchón por lo que le acababa de pasar.

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